Una escritora amiga llamada Violeta Cambra me comentó de la próxima edición de su libro y en ese mismo momento me ofrecí a ilustrarlo. Ella aceptó encantada, así que me acercó el manuscrito y comencé a trabajar para ilustrarlo.
El taller literario “Poesía a la calle”, dirigido por Silvia Álvarez, me convocó en el año 1998 para la ilustración de su libro “Frutos del bosque encantado”. En la presentación realizada en el Café Tortoni ejecuté una performance mientras los poetas recitaban.